El ministro de Defensa peruano confirmó la declaratoria del estado de emergencia en todo el territorio nacional por 30 días en medio de las protestas tras la salida del poder del expresidente Pedro Castillo, destituido por el Congreso luego de que el mandatario intentara su disolución. Los choques violentos entre autoridades y manifestantes dejan siete personas muertas en un nuevo capítulo de la honda crisis política peruana.
Perú bajo estado de emergencia. El Gobierno de la presidenta Dina Boluarte decretó la medida este 14 de diciembre dada la virulencia de las protestas antigubernamentales en varios puntos del país. Los choques entre las autoridades y los manifestantes han dejado siete personas muertas y decenas de heridas.
En sesión de Consejo de Ministros, se acordó el estado de emergencia por 30 días “debido a los hechos vandálicos y violentos, toma de carreteras y caminos que ya son actos que se están estabilizando”, dijo a los medios el ministro de Defensa, Luis Alberto Otálora. Unos hechos que, según el funcionario, “requieren de una respuesta contundente y de autoridad”, por lo que no descartan declarar un toque de queda.
El estado de emergencia decretado por el nuevo Gobierno tras la destitución del expresidente Pedro Castillo implica la suspensión de los derechos de reunión, inviolabilidad del domicilio y libertad de tránsito, entre otras, así como el control interno por parte de la Policía Nacional con el apoyo de las Fuerzas Armadas.
Perú vive un nuevo periodo de inestabilidad luego de que el entonces presidente Pedro Castillo anunciara sorpresivamente el pasado 7 de diciembre la disolución del Congreso horas antes de enfrentar una nueva moción de censura en su contra, un movimiento calificado como un “golpe de Estado” por congresistas de varias bancadas, ministros del mismo Gobierno y medios de comunicación.
El anuncio de Castillo fue rechazado por varios miembros de su gabinete y las Fuerzas Armadas, lo que terminó en la destitución fulminante del presidente vía Congreso y su posterior arresto por cargos de rebelión y conspiración. Desde entonces, varios sectores de la población han salido a las calles para manifestar su descontento con el movimiento del Congreso y la institucionalidad peruana, a quienes acusan de derrocar a Castillo y de irrespetar el voto popular que lo llevó al poder.
Fuente: France24