Vicente Gómez se hizo viral luego de mostrarse bailando en el casamiento de otro de los chicos con 230 kilos. Logró salir de su cama y comenzó a hacer tareas en su casa que antes no realizaba: “No quiero defraudar a mi familia”
“¿Qué es la motivación?”, se pregunta Vicente Gómez, sentado en la cabecera de la mesa ubicada a pocos metros de la cocina. La respuesta parece simple, aunque en su mente se complejiza: “La estoy buscando hace más de 30 años”.
Hace algunas semanas, el hombre conocido como Tito, padre de cinco hijos, se volvió viral luego de que uno sus nueve nietos viralizara una serie de videos suyos, en el marco de una historia de lucha y superación.
El hombre de 74 años le había prometido a uno de sus nietos que los 230 kilos que habitan en su ser no iban a impedirle estar en su casamiento. Para que eso sucediera comenzó a moverse dentro de su casa, algo que no ocurría desde hacía al menos dos años.
Cumplido aquel objetivo, Tito Gómez redobló su apuesta y prometió que llegará aún mejor al casamiento de Juan Ignacio, el culpable de su viralización, quien se casa el próximo 26 de julio.
“Nunca me imaginé que iba a pasar esto, que me manden mensajes de otros países. Sentí apoyo, sentí amor, contención de gente que no me conocía. Desde mi motivación surgió que yo pueda motivar a otras personas”, explicó.
En su casa ubicada en la localidad de Pacheco, entre chicanas y retos mutuos con Silvia, su esposa, reveló que su gordura comenzó a incrementarse hace tres décadas. Sin precisiones, entiende que a partir de allí el tema de la comida se le comenzó a ir de las manos.
“Me comía un pollo entero de la rotisería. O me comía una pizza. Y al principio lo disfrutaba, pero después cuando me sentía mal, pesado, me daba bronca. Pero lo volví a hacer”, dijo.
Lo primero que hizo Tito es salir de su cama y comenzar una vida más independiente. Aunque parezcan tareas simples, lavar los platos sucios o prepararse el mate sin que nadie lo ayude se presentaron como logros inimaginables hasta hace algunas semanas.
“Me sorprendió que se viralizó un video mío, algo que yo hice lavando los platos, porque nadie me iba a creer. Nadie podía creer que yo estaba lavando los platos”, precisó.
Su siguiente tarea fue el retorno a una vieja pasión que también había dejado ir: cocinarse. “Mandé a que me compraran unos churrascos y un poco de verdura. Me cociné por primera vez después de mucho tiempo”, contó.
El nuevo objetivo del abuelo viral
Con la ayuda de una nutricionista que decidió colaborar ad honorem en su cruzada, Tito comenzó a bajar las porciones en cada comida para disminuir los 230 kilos que acusó la balanza la última vez que se pesó.
“Yo tengo un concentrador oxígeno en el dormitorio y dependía de el. Si caminaba unos pocos metros, dependía del oxígeno. Yo me movía en la cama y me agitaba. Sentía el final”, indicó.
Tito agregó: “Yo quería estar en el casamiento de mis nietos. Y entonces dije ‘algo hay que hacer’. Porque para algunos soy el ídolo. Para algunos… Porque he sido resiliente, he pasado muchas cosas. Y sé que esto también lo puedo pasar. No quiero ni defraudar a mi familia”.
Para el 26 de julio, fecha en la que también celebrará sus 50 años de matrimonio con Silvia, Tito tiene un propósito determinado: “Mi objetivo es pesar 190 kilos”.
“Para el 26 de julio, para mi casamiento, lo primero que espero es ver al abuelo como siempre, bailando, siendo el alma de la fiesta, acompañando. Como lo ha hecho siempre, en los cumpleaños. En los cumpleaños del 15 de mis primas. En los bautismos y cumpleaños de todos sus nietos. Que esté ahí y que pueda cumplir su promesa”, remarcó Juani a TN.
“Tampoco quiero defraudar a mis nietos virtuales, que les llamo yo. Me han escrito chicos que han perdido a su abuelo hace poco. Y bueno, yo pedí permiso para ser su abuelo virtual. Así que también tengo nietos, ya oficiales, virtualmente”, continuó Tito.
Luego completó: “Espero que esto sirva de ejemplo de que cuando uno se pone en una meta y un objetivo claro, y que no lo abandone. Nunca me ocupé de mi cuerpo. Y hoy estoy decidido a que quiero estar mejor”.
Video y realización: Agustina Ribó;
Edición: Juliana Guglielmi.
Por Mauricio Luna-TN