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El Senado acordó un nuevo aumento de las dietas: los legisladores pasarán a cobrar $9 millones por mes

Se trata del monto en bruto. Ambas Cámaras aprobaron una suba de 6,5% en dos tramos: julio y agosto. Pero Martín Menem desenganchó el incremento salarial de los trabajadores al de los diputados por lo que no percibirán este cambio.

Diputados y senadores aprobaron un aumento para las dietas del 6,5% en dos tramos. Uno desde el 1° de julio pasado de 3,5% y el 3% restante desde el 1° de agosto. La Comisión Negociadora paritaria del Congreso, que reúne a los sectores sindicales que representan a los trabajadores y los representantes de ambas cámaras legislativas, se reunió y resolvió el aumento.

La medida tiene impacto mayor en las dietas de los senadores nacionales cuyos ingresos están atados a los incrementos salariales. Por lo tanto, las dietas en bruto alcanzarán los nueve millones de pesos.

La resolución lleva la firma de las autoridades del Senado, María Laura Izzo, secretaria administrativa y Agustín Giustinian, secretario parlamentario; por Diputados Laura Oriolo, secretaria administrativa y Diego Molina Gómez, secretario general de Diputados y los sectores sindicales. Norberto Di Prospero y Fabián Zacardi por la poderosa APL, Asociación del Personal Legislativo, Claudio Britos de ATE, Martín Roig de Unión del personal civil de la Nación.

En Diputados no tendrán impacto ya que Martín Menem no enganchó el aumento de las dietas legislativas al aumento de los trabajadores.

Los antecedentes

En abril, el Senado aprobó la resolución para que los aumentos de las dietas legislativas estén atados a los aumentos de los trabajadores legislativos. Así, los senadores llevaron sus ingresos a ocho millones de pesos en bruto (cinco millones en mano tras los descuentos).

Esto es producto del proyecto de resolución sancionado por la Cámara Alta, a propuesta del salteño Juan Carlos Romero (aliado incondicional de La Libertad Avanza), que llevó la firma de legisladores de otras fuerzas políticas, incluido un senador libertario, Bruno Olivera Lucero. “Establece que, a partir del mes de mayo del presente año, los senadores nacionales percibirán de 13 dietas anuales. Cada una de las mismas será equivalente a 2500 módulos, más un adicional de 1000 módulos de gastos de representación y 500 módulos adicionales por desarraigo. El valor del módulo será el equivalente al que perciben los empleados legislativos de conformidad de las previsiones de la Ley 24.600″.

En la sesión del 18 de abril de este año se puso en consideración. Villarruel requirió que se vote “a mano alzada”, a no ser que algún senador solicite lo contrario, es decir votarlo de manera electrónica y que quede registrado el voto. Nadie lo pidió. Se necesitó el voto de los dos tercios de los presentes. Casi todos los senadores que estaban en el recinto levantaron sus manos. El trámite duró exactamente 1 minuto y 52 segundos.

Posteriormente, la vicepresidenta Victoria Villarruel posteo en la red social X: “Hoy los senadores de todos los bloques acordaron un aumento de su salario que fue votado a mano alzada en el recinto por contar con los votos necesarios para hacerlo. Como Presidente del Senado NO soy senadora, no cobro del Senado y NO puedo interferir en esas decisiones. Tampoco puedo obligar a que se vote nominalmente ni a que se justifique la decisión avalada por todos, porque NO soy senadora. Lo que sucedió en el Senado es perfectamente legal y NO tengo herramienta alguna para frenarlo”.

Diputados

En junio de este año, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, resolvió un cuadro de aumento de dietas inferior a lo resuelto en el Senado pero que acumuló aumentos en tres tramos, un 40%, luego un 14% y por último un incremento del 8%. Así llevo la remuneración de los diputados a partir del primer tramo del aumento a 2,6 millones de pesos mensuales en mano tras los descuentos correspondientes.

Las diferencias con el Senado son dos. Por un lado, es un monto inferior a lo que perciben los senadores y por el otro, Martín Menem dispuso que la dieta de la Cámara Baja no esté enganchada a los futuros aumentos del personal legislativo.

Por Fernando Fraquelli-TN